Había leído bastantes reseñas y críticas a esta historia sobre una relación tóxica y para nada romántica, bueno, llamadme rara pero si esto es tóxico apaga y vámonos.
Tópicos y clichés tiene muchos pero están bien llevados y te entretienen, que es lo que importa. Además engancha cosa mala y los protagonistas tienen un carácter bastante fuerte.
Ashley tiene 17 años y como toda adolescente estadounidense se muere por tener pareja para el baile de graduación. Y ya sería un sueño si fuera del brazo de su vecino y amor de su vida, Tayler. Pero después de aquel primer beso con 13 años en el patio trasero de la iglesia su relación cambió, él se convirtió en popular, el chico malo del instituto, y ella siguió siendo Ash, la chica invisible.
Y como en toda comedia romántica de instituto que se precie tiene que haber un triángulo amoroso, y ese tercero en discordia no podía ser otro que el mejor amigo de Tayler, y si además está como un tren y es adorable, pues mucho mejor. Y al bueno de Cameron, que así es como se llama, no se le ocurre otra cosa para recuperar a su mejor amigo, el cual está siempre pegado a una bruja llamada Blair, que convertir a la buena de Ash en el prototipo ideal de Tyler, una Bad Ash.
Y lejos de poner el grito en el cielo porque ¡oh! ¿Por qué tiene que cambiar por un tío? Pues bien, todos hemos tenido 17 años y todos hemos hecho tonterías, algunos más que otros. Y lo que hace tampoco es para tanto. En vez de sudaderas gigantes y leggins ahora usa vaqueros rotos y jerséis ajustados. ¡Qué descaro! Le da una calada a un cigarro y aprende a montar en moto. Ni que Bella no se hubiese estrellado con una para ser rescatada por el bueno de Jacob. Y así tonterías varias para llamar la atención de su crush.
Admito que hay un par de detalles que no me gustan, pero el mismo Cam le dice que eso no está bien. Además, todo el libro, pero todo, te dejan claro que Tyler es un capullo, sí, con su pasado traumático y sus movidas en casa, y todo eso, para dar algo de pena, aunque a mí no me da ninguna. Pero Cameron tampoco es un santo, y como Ash dice, y dice bien, no es lo mismo ser un adolescente con las hormonas revueltas y echar un polvo con cualquiera en una fiesta, que ser una chica y convertirse en una zorra por haber perdido la virginidad con uno del equipo de fútbol.
Vamos, que no le doy cinco estrellas porque aunque creo que Ash actúa en consecuencia a sus emociones, Cam no lo hace, y además el final es una mierda, y no porque termine como no me gusta si no porque no termina, se queda super cortado, como si le faltase un capítulo, y aunque sea una trilogía, todo libro debe tener un final.
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Título: Saltan Chispas
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