Cuando leí en las críticas que era una mezcla de Harry Potter y El Castillo Ambulante pensé ¡Qué maravilla!, cuando comencé a leer y me di cuenta de que nada de eso era cierto, fue un duro golpe.
Ophélie posee el don de leer el pasado de los objetos que toca, así como el de atravesar espejos y viajar a través de ellos. Ophélie no es como las otras chicas, los vestidos, el maquillaje y el amor no son para ella, pero su museo lo es todo, es una historiadora después de todo. Lo que no se imaginaba era que toda su vida cambiaría radicalmente de la noche a la mañana, al final del verano estaría casada con alguien de otra familia, de otro clan, de otro mundo.
Dicho así, o leyendo la sinopsis del libro, parece una historia prometedora y llena de amor y magia. Error. No tiene ni lo uno ni lo otro. Bueno, aceptamos magia porque las ciudades flotan y el Polo está controlado por el clan de los Espejismos y nada es lo que parece, pero está narrado de tal manera que ni las escaleras de Hogwarts le hacen la competencia. ¡Qué galimatías!
Como ya he dicho, las descripciones de las personas y los lugares son enrevesados y rimbombantes, parecen dirigidos a un público infantil con un vocabulario para adultos. No hacen más que alargar la historia. Historia llena de conspiraciones y política y cero amores u amistad.
¿Y de qué me sirve saber cómo visten, cómo andan y donde cagan los protagonistas si carecen de ética, moral o alma? Ni uno se salva. Ophélie tendrá la excusa de su torpeza por motivos de una terrible lesión al quedar atrapada entre dos espejos, pero lo de romper cuatro teteras seguidas desesperaría a cualquiera. No solo es torpe, es sumisa, ingenua, débil y con muchas ideas preconcebidas que no harán más que causarle problemas. Pero el resto de los personajes son DESPRECIABLES. Todos los clanes son crueles de una manera u otra, sobre todo los que disfrutan infligiendo daño físico con sus poderes. Ni Thorn, el prometido, merece la pena, ni por dentro ni por fuera.
¡Hasta la edición es terrible! Palabras cambiadas, letras sueltas bailando en los diálogos y una mísera nota del traductor que no aporta nada. Miento, lo único bueno son las dos ilustraciones de Laia López que hay al finalizar el libro, una pena que sean en blanco y negro.
Un 1'5 por Gaëlle, la única que me cae bien en toda esta historia, valiente y coherente.
Ganas cero de continuar con la saga.
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Título: Los novios del invierno
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