Y aquí tenemos la cuarta entrega de Agatha Raisin y, para mí, la más aburrida de todas. Aunque creo que es el único libro donde todos los personajes me caen mal, a excepción de Agatha. Increíble.
Un grupo de excursionista liderado por Jessica Tartinck se reúne todos los sábados para escoger un nuevo camino por el que pasear y un nuevo terrateniente al que molestar y reclamarle el derecho de paso a través de sus tierras, pero algo sale mal y Jessica aparece muerta en el campo de colza de Sir Charles Fraith.
Recuerdo haber visto el capítulo de Los paseantes de Dembley, como lo llamaron en televisión, y admito que es bastante fiel, lo que no esperaba era la mala baba que se gasta Roy en todo el libro. Si habéis visto la serie, y si no ya os lo digo yo, Roy es un encanto, adora a Agatha y Agatha le adora a él, se complementan de tal manera que no puedes evitar reírte con sus ocurrencias, pero aquí Roy es malo, muy malo, y eso no me gusta. No me lo veía venir.
Como ya he dicho, este es el primer libro donde Agatha no me parece una tramposa insufrible, es una mujer consciente de su edad y de sus limitaciones cansada de la vida londinense y de tratar de ser lo que no es. Y eso me gusta. Al que no soporto es a James, es un engreído de pies a cabeza que vuelve loca a Agatha. A Roy ya le he puesto de vuelta y media antes, y Bill Wong aparece tan poco en esta entrega que no sé ni qué pensar.
Sé que todos los libros de esta mujer son cortos, aunque tienen el encanto suficiente para engancharte y disfrutar del cosy crime, pero este no ha sido el caso. No hay apenas investigación ni intervención policial, los personajes son cada uno de su padre y de su madre con unas historias rocambolescas muy poco desarrolladas. No logras empatizar con ninguno.
Le pongo 3 estrellas y no 4, que es lo que viene siendo habitual, porque me he aburrido y, aunque el desenlace no ha estado del todo mal, el epílogo ha sido de lo más extraño y apresurado.
★ ★ ★ ☆ ☆
Título: Agatha Raisin y el paseo mortal
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